Recomendado para los que buscan lujo

El servicio en este lugar es increíble. Desde que llegamos, el personal fue súper amable, siempre listos para ayudar. Disfrutamos de un desayuno fabuloso, con opciones para todos los gustos y un café que estaba a otro nivel. Además, la piscina es impresionante, perfecta para relajarse por la tarde después de un día agitado.

No fue barato, pero vale la pena.

La piscina es un sueño

La atención fue excepcional desde que llegamos. Disfrutamos de un delicioso brunch y la piscina era perfecta para relajarse después de un día de exploración. ¡Las vistas son impresionantes!

Sin embargo, los precios del valet parking son un poco altos y las habitaciones, aunque cómodas, se sentían un poco anticuadas. Podrían mejorar en esos aspectos.

Ubicació espectacular amb vistes a la badia i piscina relaxant. El servei, molt atent i agradable, et fa sentir com a casa. Però habitacions una mica petites i el menjar, tot i ser bo, no arriba a les expectatives per un lloc així.

Las salsas para los sándwiches en el restaurante son una locura! Probamos uno que tenía unos sabores que te hacían bailar, y los tacos del bar eran una obra maestra. Además, el ambiente es genial, perfecto para disfrutar una buena copa. La atención fue amena y servicial. Definitivamente, volvemos por más delicias locales.

El bar es pequeño y siempre estaba repleto por la noche. Quizás deberían considerar expandir la zona del bar, ya que el restaurante no estaba tan lleno y podría ser una buena solución para mejorar la experiencia.

El brunch en el séptimo piso fue un verdadero festín, con opciones tan variadas que hasta un buffet de cumpleaños se sentiría intimidado. Los canapés que ofreció el chef me hicieron pensar que la cocina es su verdadero escenario, con un bar abierto de cócteles que daba ganas de seguir probando hasta el último sorbo.

Costos del valet altos

El Four Seasons en Miami ofrece una experiencia lujosa que vale la pena considerar. Desde el momento en que llegué, la atención fue digna de resaltar, con un check-in rápido y cordial. La habitación era amplia y tenía una vista impresionante de la bahía, lo que hacía que cada atardecer fuera especial. La cama era extremadamente cómoda, con almohadas suaves y sábanas de calidad. El baño, con ducha y tina separados, bien equipado con buenos amenities, me hizo sentir como en un spa. Además, el restaurante Edge en el séptimo piso es realmente animado, y probé unas carnes perfectamente cocinadas que no olvidaré. Sin embargo, el valet parking costaba 44 USD diarios, lo que me pareció un poco excesivo. sentí que el espacio del lobby era un poco pequeño y a veces algo abarrotado. A pesar de estos detalles, sin duda volvería a hospedarme aquí por la calidad de las instalaciones y la atención al cliente.

pudimos pedir el servicio de limpieza cuando lo deseáramos por la app. valet muy descontrolado.

definitivamente volvería a reservarlo

El brunch en el séptimo piso es impresionante, con un montón de opciones de delicias caseras y una variedad de champán. La habitación era amplia y tenía una ducha y tina separados, además de amenities de calidad y una vista increíble a la bahía. Todo fue muy satisfactorio y agradable.

El gimnasio Equinox es espectacular y el brunch dominical es un festín que no te puedes perder. Todo fue un placer, ¡realmente!

Pero, ¿quién necesita un ascensor funcionando cuando puedes hacer ejercicio en las escaleras?